No alcanzo a entender bien los alcances de los juegos del lenguaje o mejor dicho en las
disputas simbólicas -y no tanto- que se
dan en los medios de comunicación sobre el “BOLETÍN DE INVESTIGACIÓN NÚM. 256/13” intitulado
“CLASES MEDIAS EN MÉXICO” que el INEGI
hizo público el día de ayer.
Pero sin duda es un ejemplo de las presiones constitutivas a
las que se enfrenan las condiciones de posibilidad de del discurso sociológico
y por tanto de las disposiciones lingüísticas
que el sociólogo tiene que conquistar para poder aprehender las operaciones
mentales necesarias para comprender y reproducir o criticar el discurso
sociológico.
En los medios de comunicación y en general en las buenas conciencias el debate
metodológico (quizá único instrumento de ruptura y construcción del objeto)
pasa desapercibido, la complejidad analítica ya se correcta o errónea expresada
en la investigación del INEGI intenta ser reducida a sus consecuencias
prácticas inmediatas, a saber, el conocer la
clase a la que se pertenece…con todas las consecuencias existenciales que esto implica.
Ver el boletín:
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/Boletines/Boletin/Comunicados/Especiales/2013/junio/comunica6.pdf