El problema del CINEOC (lado B)




Quiero profundizar más en lo expuesto anteriormente en El problema del CINEOC  y  adelantar algunas consideraciones sobre las condiciones sociales que posibilitan la existencia de la vocación.

Hay que romper  con el sentido común personalistas y voluntarista que nos lleva a pensar que las situaciones  y resultados de nuestras interacciones dependen o pueden ser postuladas simplemente por  una suerte de organización de las voluntades.  Partir de este supuesto sería sólo reconocer  la mitad de la historia, no quiero decir con esto que las acciones teleológicamente orientadas en contextos interactivos no generen consecuencias, claro que nuestros compromisos objetivan o institucionalizan productos pero no lo hacen a partir de condiciones y contextos controlados por nuestras acciones. 

Suponer que el problema del CINEOC  se resuelve a partir del mero compromiso y la disciplina, ambos descontextualizados, es reducir todo el universo social de posibilidades a un esquema analítico muy reducido. O en otras palabras es pensar el problema del CINEOC a través del marco de referencia del sentido común, obstáculo fundamental del acto científico y quizá el más difícil de eliminar en el control de la observación sociológica. 

Ahora bien, es claro que las “condiciones se generan”  pero esta generación y reproducción de las condiciones generalmente operan para formar. Si el CINEOC es lo que es y hace lo que hace es porque sigue constituido a partir de la generación y reproducción  constante de dichas condiciones. Y sin embargo,  es sólo a partir de estas mismas condiciones que es posible crear algo (ahí esta la dualidad), aunque llevar a cabo esto implica pagar el costo socialmente  necesario para reconvertir las condiciones heredadas y en algo distinto de lo que ya son. 

Tampoco se trata de “culpar al mundo académico por no abrirnos las puertas”  me parece que esto seria un equivoco de observación, las instituciones no son entelequias con voluntad, son procesos objetivados. Identificar nuestras trayectorias[1] con  arreglo a instituciones, objetivadas, identificables y discretas, es sólo un momento en el proceso de retroceso del proceso explicativo, o en otras palabras identificar nuestra particularidad en un modelo conceptual, es caer en  cuenta de que somos parte de algo mucho más grande, somos tan pobres o tan ricos como muchos otros, tenemos tanto o tan poco capital cultural como muchos más  y en esto no escapamos a las regularidades de la reproducción social, nos guste o no. 

Este reconocimiento es necesario para poder entender nuestras posibilidades y capacidades como colectivo, lo que el CINEOC  es, puede o deba llegar a ser me parece debe salir de la discusión meramente sobre el compromiso pues este nos remite a un problema sin salida. Si queremos hablar de compromiso saquémoslo del marco de referencia del sentido común, e intentamos entenderlo como un elemento más entre los factores que hacen posible el CINEOC, como es y no como debería ser[2].
Esta discusión como todas las anteriores corre el gran riesgo de desgastarnos sin sentido y sin resultado alguno. Me parece que se debe de dar… pero no creo que sea ella misma a lo que aspira el CINEOC.  

Partir de las condiciones y/o generalas implica actuar en ellas, dejarnos-llevar a través de las disposiciones sociales de manera práctica. Creo que lo único que puede reconvertir las condiciones que determinan al CINEOC es simplemente hacer lo que hay que hacer, dejarnos llevar por un habitus[3] más o menos arraigado (con problemas) pero aprendido al fin[4]. Si no se invierte en esta chamba simplemente el CINEOC quedará en lo que ya es.




[1] Y aquí esta quizá el principal equivoco, el problema es cómo dejar de pensarnos a nosotros mismos fuera de las categorías -que ordenan el mundo- del sentido común, voluntarista, personalista… etc.  Por qué si podemos postular lo que dice la sociología en relación con lo que se dice del mundo y no en relación con nuestras propias personas.
[2] La pregunta es entonces por las condiciones de posibilidad  CINEOC y en la respuesta lo que debe de salir a relucir es nuestra formación, pues paradoja sería que los sociólogos nos expliquemos a nosotros mismos  desde fuera de la sociología.
[3] La hipótesis de todo esto es que en nuestro caso la adquisición y apropiación de dicho habitus es un poco más artificial y complicado que para otros. E aquí lo que quiero desarrollar en vocación. Y si, es más o menos un cierto fracaso escolar.
[4] Nótense las graves implicaciones de esto.

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